20 de octubre de 2011

Rihanna "We found love": Cómo destripar un video en un rato.

Una de las miembras del club "Tengo la frente chica" (Beyoncé y Tyra Banks, presidenta y tesorera) acaba de sacar un nuevo video de su coplilla "We found love".
Yo te lo voy a resumir como buenamente pueda:

00:02-"las 3000 viviendas"
00:06- Un Chris Marrón de coña.
00:10- Me fumo un trócolo con éste.
00:17- Me monto en las tazas locas y doy vueltas... y vueltas.. y vueltas...
00:24- Nos vamos a la Vega de Graná.
00:39- ¡¡Qué bien se me dá ésto!!
01:03- Otra vez en la Vega haciendo la guarra, para no variar.
01:10- Tengo la mascota de Pixar de rave en casa.
01:11- Me monto el 4 de Julio a finales de octubre porque me sale de la raja.
01:14-Toma, un besico.
01:34- Me voy a un Subway de palo a comer comida, óbviamente.
01:41- Mira lo que he aprendío con mi amiga Paca "La Piraña". Ni shakira con el video de "enrabietá".
01:45- Hemos llamado al "Rulas", el medio novio de María y amigo de Lucas en "Médico de familia" para estar bien surtidos de todo un poco. Ésto es como el menú degustación de "el Bulli", caro. Pero es tan total...
01:55- La expresión "Si papi, ponme a cuatro" comienza a tener sentido ahora.
02:01- Una rave en el Pantano de Cubillas.
02:19- Nos vamos al Hipercor (porque tenemos pelas para poder enterrar a medio Facebook y porque pasamos del Mercadona) y liamos un pifostio... ¡Tooo ( que no too) guapo!!
02:20- me llevo un cartón de huevos porque soy chunga.
02:28- "Oye, que el carro lo traemos luego, ¿Vale?"
02:46- Nos vamos a hacer trompos con el coche al "polayo".
03:08- Reciclo imágenes que se desecharon del video que hice con el rapero blancucho ése.
03:12- (pensando)"Si le entra todo eso en la boca,¿Qué no le entrará por el otro boquete?"
03:24- Repetimos en las tazas locas.
03:31- Me dá un jamacuco.
03:31(2) El principio de "aterriza como puedas".
03:39- Meterme la aguja hasta el fondo, palmaditas en el culete y dejarme to perdia de tinta es el preludio de lo que viene después. ¡¡Por atrás me gusta más!!
04:03- Le cópio los trucos malos a Pepe Carrol (D.E.P)
04:11- Me voy a Camp Rock o a la Betty Ford, ¡Lo que me pille más cerca!
04:24- ¡¡Pummm!!(portazo)
04:26- Saw Docena 1/2.
04:30- ¡Campana y se acabó!

19 de septiembre de 2011

A buen entendedor... amanece más temprano

Lo que antes nos convertía en raros a ojos de los demás, interesantes, a los de algunos y especiales, a los nuestros, ha terminado convirtiéndose en algo la mar habitual para todo el mundo. Ahora, es de curso legal. Es como la falsa moneda. Va de mano en mano y de boca en boca pero, en realidad, a ninguno le interesa.

¿Qué repercusión ha tenido esto en lo que creíamos nuestro mundo interior único e imposible de fotocopiar? ¡Uff! ¿Por dónde empiezo…?

Hemos tenido que rizar el rizo. Como la expresión que da nombre a la novela de Henry James, dar otra vuelta de tuerca.

Usando los términos correctos: Lo que conocíamos como underground, es el mainstream del presente.

Si alguien me hubiera o hubiese vaticinado en su momento que esto iba a ocurrir, ya me habría preocupado de ser normal en mi época de instituto. Me habría ahorrado un montón de momentos de inexistente satisfacción.

Aún retumban en mis oídos expresiones como cuatro ojos. Ahora, no dejo de ver, en redes sociales, fotos de esas personas que me llamaban por ese cariñoso apodo con gafas de pasta de colores mil con cristales de pega (o sin ellos) porque esta de ¿moda?

¿No ver un carajo está de moda?, ¿En serio? Por favor…

Hay palabras que, a día de hoy, me causan vergüenza y terror pronunciar. Me ruboriza el sólo hecho de nombrarlas. Fashion. Imagina a alguien pronunciándola. Sobre todo, visualiza el momento en el que pronuncian “shi”, arrugando la nariz y nasalizando como el mejor triunfito de la era Telecinco y alargando esa nasalidad hasta un ooon” eterno que termina en un fade out barato, digno de la producción del Se fue de Leticia Sabater.

Lo dicho, terrorífico.

Ya no tiene encanto llevar una cámara de fotos para poder inmortalizar esas pequeñeces que, vistas a través del objetivo de una cámara, se convierten en bellas grandeces. Hasta el Tato lleva hoy día una cámara de foticos. ¿Cómo dicen? ¡Ah, sí! “Pa el Tuenti”; ¡claro! Y con gafa de pasta incluida.

A todo esto, me estoy dando cuenta de la capacidad que tengo para empezar a hablar de una cosa y terminar por otros derroteros.

Como cuando llegas a casa a eso de las doce del día después de una laaarga sesión de estudio —otra vez, ¡ja!— con unas ganas terribles de vomitar. Intentas que el cañonazo vaya íntegro al interior de la taza, pero al final, pilla vomito hasta el apuntador.

Sé que el ejemplo es algo asquerosito, pero era aún peor el que me rondaba la cabeza. A buen entendedor… amanece más temprano.

Conclusión: De modernos de palo esta el mundo lleno.

13 de septiembre de 2011

Alcahuete de ocasión.

Si nos paramos a pensar un momento (¡por el amor de Dios, no lo hagáis, que seguro dejáis de leer!), todos tenemos en nuestro circulo de amigos algún chismoso o chismosa —todos somos un poco correveidile, pero siempre hay alguien que destaca por encima de los demás— que se encarga de narrarnos, un poco a hurtadillas y con todo lujo de detalles, lo que le ha pasado a fulano, con quien ha tenido sobeteo mengano, a donde fue anoche zutano y lo que sea que le haya pasado a perengano. No, no mires a otro lado porque sí, eres tú.
En mi cuadrilla está Alanis, una querida pero a la vez exasperante amiga, que es la encargada de ir comadreando con unos y con otros, aunque en vez de hacerlo en persona, se ayuda de las nuevas tecnologías —términos anejos que constituyen uno nuevo nunca usado a estas alturas del cuento. Lo sé, no cuela— que tiene a mano: "er tuenti" (suprimo, surmano, supare, sumaaare; no se nos puede olvidar arrastrar la última silaba.), Facebook (caralibro: término acuñado por los modernos de hoy día y que ya comienza a extenderse por demás minorías; porque en estos tiempos que corren, si no eres un moderno perteneces a las minorías, chaval.), Twitter (red social que no termina de despegar en nuestra amada patria) e incluso aquéllo que en su momento fue la bomba, "el messengger".
Pues anoche, sin comerlo ni beberlo, me vi convertido en un alcahuete de ocasión, por la ocasión.
Pepe, esa persona con la que comparto padre y madre hace veintiséis años, me llamó de madrugada. El pobre se encontraba algo indispuesto. Indispuesto hasta el punto de reclamar de mis cuidados.
Como buen hermano que soy —exceptuando cuando no lo soy, que son pocas y si no me tocan las gónadas que tengo por la zona sur—, dejé todo lo que estaba haciendo en ese momento (dos y pico de la mañana, ya miércoles, y despierto. Nada bueno.) y me encaminé, desde la redonda hasta más allá de la mitad de la Cuesta de Gomérez, a la casa de mi hermano.

¡Oye, ni un alma!. Como había dicho mi amigo Shanty Domo horas antes en el muro de su caralibro (porque yo soy moderno y puedo decirlo), era "la calma que precedía a la tempestad...". Lo decía por la festividad de la patrona de Granada, la Virgen de las "Agustias" (homenaje a mi tía).

Paré en la farmacia de guardia a comprar, petición del enfermo (no)imaginario, Augmentine —para los torpes como yo amoxicilina—, pero la señora farmacéutica, aunque cumpliendo con su deber de no vender medicinas sin receta, no me la quiso vender. ¡La tía puñetera!. Seguidamente , me soltó una "agradable" perorata sobre los peligros de auto-medicarse y demás pamplinas (muy a nuestro pesar, auto-medicarse no es una tontería y es una mala costumbre difícil de erradicar, sobre todo en España). Al terminar de explayarse a gusto, me despedí con un despechado "gracias por nada" y seguí caminando en busca de la siguiente farmacia de guardia en la que, después de esperar una incipiente cola de púberes y postpúberes comprando profilácticos de sabores, retardantes y estriados, lubricantes con capacidad de subir la “bilirrubina” o emular la refrescante sensación que produce hacer de vientre después de haber ingerido varias grageas de chicle de menta o similar “frescote” , y pastillas de acetato de ulipristal (la píldora de los cinco días después, si lo prefieres), me vendieron la dichosa cajeta de amoxicilina.

Al llegar a Chez Pepe, encontré un ser en un estado funesto. Incluso había actualizado su estado de caralibro (porque mi hermano también es moderno) con un “estado cebo”, que aunque estén muy mal vistos entre los miembros de la ciber(secta)comunidad, se pueden usar tres veces al año sin, por ello, tener que entrar en el grupo de “los necesitados de atención popular” (que no tiene nada que ver con Rajoy y su banda).

Le administre su pildorita de amoxicilina y lo arropé en su cama y me apalanqué en el sofá.

Como era de esperar, no me entraba el sueño — o el señor Morfeo se encontraba de baja por depresión post-vacacional aguda, o no encontraba un terminal seguro para salir de MATRIX— y así pude darme cuenta de lo indiscreta que puede la mezcolanza del silencio y la noche.

A pesar de los rugidos de león que daba mi hermano por ronquidos, se podían escuchar todos los secretos que oculta la noche, pero si te paras un momento y prestas atención, la noche se convertirá en el “diez minutos” de tu barrio.

Lo primero que escuché fue una trifulca entre compañeros de piso por no haber fregado el baño en el piso contiguo, después escuche el trapicheo de dos camellos el callejón de enfrente del balcón, a continuación fue los gemidos de placer de una chica a la que le estaban dando lo suyo y lo de su tía, y por lo que se oía, la cosa iba para rato.

Y así fue cómo, por una noche, me convertí en un cotilla por accidente. Un alcahuete de ocasión.

11 de septiembre de 2011

Unas bragas en un pajar...




En los pajares no sólo se pierden agujas, también se pierden bragas.

Mi prima "la ciruelas" —la llaman así en el pueblo por su adicción a dicha fruta debido un severo problema de no deposición— suele perderlas con mucha soltura.

Soltura: acción y efecto de soltar.

Participio pasivo de soltar: SUELTA ( y con mayúsculas).

Conclusión: Tener facilidad para perder las bragas quiere decir que eres una _______ . (Dejo el término a vuestra libre elección, aunque recomiendo que se siga usando la palabra "suelta" para no caer en el uso de términos peyorativos)

A ver ¿por dónde iba? ¡Ah, sí! Las bragas de mi prima "la ciruelas".
Como pierde tantas bragas (tres pares por semana, incluso más si es la romería del pueblo), al cabo del mes se encuentra el tercer cajón de la mesita de noche vacío. Bueno, vacío vacío no, pero es que la braga-faja no cuenta. Por eso, tiene que ir todos los días uno de cada mes a Stradivarius o a Berska (H&M no le pilla cerca) a comprar los packs esos de tres bragas a mansalva igual que la que va al Carrefour a comprar los packs de tres latas de atún en aceite vegetal de la marca "Carrefour discount", que por cierto, está a muy buen precio.



A pesar de la compra masiva de bragas mensual de "la ciru" (de "la ciruelas", "la ciru"; corto, conciso y así no me repito mucho), alguna que otra vez se ha quedado sin repuesto a mitad del mes (como ya he dicho anteriormente, le suele ocurrir en la semana de la romería). ¿Qué hace "la ciru" cuando le ocurre eso? muy sencillo: no llevar bragas.

Desde entonces, "la ciru" se ha convertido, no en una, sino en la acérrima defensora de Bianca, aquella entrañable mujer, operada, que (palabras textuales) se ahorraba un pastón en bragas, no las llevaba ni de día ni de noche, y para más inri, llevaba el coño aireado las veinticuatro horas.

Yo, preocupado por la salud económica de mi prima, que obviamente, se había visto perjudicada por su gasto extremo en lencería "fina", le pregunté si no habría sido más sencillo ir al pajar a recogerlas, "¡Pues claro que he ido a buscarlas, pero ya no estaban!" respondió ante tal pregunta. Me dijo que Doña Asunción, una mujer de casi sesenta años y dueña del pajar, había ido recogiéndolas semanalmente; las que le gustaban se las guardaba para sus nietas (porque a ella no le entraban), y las que no, las vendía los domingos en el mercadillo del pueblo.


"¿Supongo que la tal Doña Asunción lava tus bragas antes de venderlas?" pregunté con la candidez que me caracteriza, y la respuesta que me dio "la ciru" se quedó grabada en mi mente, "no creo que las lave porque cuando paso por su tenderete, estan hechas un trapo y hasta tienen trocillos de paja enganchados todavia".
Por último, soltó otra frase lapidaria que se unió a la anterior " para que va a lavar las bragas si solo las he llevado puestas un rato".

Al cesar lo que es del cesar, mi prima además de una SUELTA (con mayúsculas) es una GUARRA (ídem).