11 de septiembre de 2011

Unas bragas en un pajar...




En los pajares no sólo se pierden agujas, también se pierden bragas.

Mi prima "la ciruelas" —la llaman así en el pueblo por su adicción a dicha fruta debido un severo problema de no deposición— suele perderlas con mucha soltura.

Soltura: acción y efecto de soltar.

Participio pasivo de soltar: SUELTA ( y con mayúsculas).

Conclusión: Tener facilidad para perder las bragas quiere decir que eres una _______ . (Dejo el término a vuestra libre elección, aunque recomiendo que se siga usando la palabra "suelta" para no caer en el uso de términos peyorativos)

A ver ¿por dónde iba? ¡Ah, sí! Las bragas de mi prima "la ciruelas".
Como pierde tantas bragas (tres pares por semana, incluso más si es la romería del pueblo), al cabo del mes se encuentra el tercer cajón de la mesita de noche vacío. Bueno, vacío vacío no, pero es que la braga-faja no cuenta. Por eso, tiene que ir todos los días uno de cada mes a Stradivarius o a Berska (H&M no le pilla cerca) a comprar los packs esos de tres bragas a mansalva igual que la que va al Carrefour a comprar los packs de tres latas de atún en aceite vegetal de la marca "Carrefour discount", que por cierto, está a muy buen precio.



A pesar de la compra masiva de bragas mensual de "la ciru" (de "la ciruelas", "la ciru"; corto, conciso y así no me repito mucho), alguna que otra vez se ha quedado sin repuesto a mitad del mes (como ya he dicho anteriormente, le suele ocurrir en la semana de la romería). ¿Qué hace "la ciru" cuando le ocurre eso? muy sencillo: no llevar bragas.

Desde entonces, "la ciru" se ha convertido, no en una, sino en la acérrima defensora de Bianca, aquella entrañable mujer, operada, que (palabras textuales) se ahorraba un pastón en bragas, no las llevaba ni de día ni de noche, y para más inri, llevaba el coño aireado las veinticuatro horas.

Yo, preocupado por la salud económica de mi prima, que obviamente, se había visto perjudicada por su gasto extremo en lencería "fina", le pregunté si no habría sido más sencillo ir al pajar a recogerlas, "¡Pues claro que he ido a buscarlas, pero ya no estaban!" respondió ante tal pregunta. Me dijo que Doña Asunción, una mujer de casi sesenta años y dueña del pajar, había ido recogiéndolas semanalmente; las que le gustaban se las guardaba para sus nietas (porque a ella no le entraban), y las que no, las vendía los domingos en el mercadillo del pueblo.


"¿Supongo que la tal Doña Asunción lava tus bragas antes de venderlas?" pregunté con la candidez que me caracteriza, y la respuesta que me dio "la ciru" se quedó grabada en mi mente, "no creo que las lave porque cuando paso por su tenderete, estan hechas un trapo y hasta tienen trocillos de paja enganchados todavia".
Por último, soltó otra frase lapidaria que se unió a la anterior " para que va a lavar las bragas si solo las he llevado puestas un rato".

Al cesar lo que es del cesar, mi prima además de una SUELTA (con mayúsculas) es una GUARRA (ídem).


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